R#120: La restauradora | Amanda Stevens

- La restauradora.
- Amanda Stevens.
- Editorial: Roca.
- La reina del cementerio #1.
- 368 páginas.

Amelia Gray tiene veintisiete años y desde los quince puede ver fantasmas. Heredó el don (o maldición) de su padre, y también a través de él supo las reglas que todo médium debe respetar para poder serlo y llevar una vida tranquila: no alejarse de los campos santos; ignorar la presencia de fantasmas a su alrededor, aunque quieran hacerse presentes; no relacionarse con personas a las que los espíritus acechan. Amelia se dedica a restaurar cementerios de valor histórico artístico y con ello cumple con una de las reglas que su padre le impuso en su momento también consigue llevarlas a rajatabla. Esto es, hasta que todo cambia.

Un asesinato en uno de los cementerios en los que está trabajando la pone en contacto con un detective acechado. Y hay algo que la empuja a estar cerca de él, a pesar del peligro al que casi de inmediato se ve sometida. Los fantasmas del detective empezarán a amenazarla y ella deberá elegir entre sus sentimientos y su propia seguridad?

Un año hace que tengo la trilogía entera, eso no es ni medio normal. 

Normalmente no me suelo escudar detrás de un libro cuando pasa algo en mi vida, pero en este caso no sé porqué pero contra peor iban las cosas más me apetecía meterme en mi burbuja y leer. Y este libro (y sus continuaciones) me ha ayudado mucho. La gente te dice tienes que ser fuerte, apoyarte en los demás y hacer una piña. Eso es algo que siempre decimos todos y luego cuando es en tus carnes te tiembla hasta el alma, y eso no significa ser cobarde, si no significa que eres HUMANO. 

Una vez dicho esto, como ya os dije en la anterior entrada iré haciendo entradas, no sé con que frecuencia. Os aseguro que no me pienso presionar hacer algo que no me apetece, si no que cuando me vea con ganas, necesidad o simplemente fuerzas iré escribiendo. Y os repito que millones de gracias por vuestros comentarios dándome fuerzas >.< sois un amor de verdad.

Partiendo de la base que soy una persona sumamente miedica, que la oscuridad no es mi entorno favorito y que me da más miedo el tema de los espíritus que los psicópatas... no empecé el libro pensando que me gustaría. En realidad fue cogerlo y pensar que seguramente lo tendría que abandonar, y ya me hice mis cabalas de vender la trilogía etc.

Pero me sorprendió gratamente, puesto que no es lo que esperaba, me imaginaba que sería la lucha de una mujer contra los espíritus y no es así, hay un psicópata xD.

En el libro conocemos a nuestra protagonista Amelia que a sus veintisiete años se ve envuelta en una investigación policial justo cuando ella esta restaurando el cementerio de la ciudad, y allí conoce a Devlin un policía que está llevando el caso. A pesar que la investigación tiene mucho peso en la historia la autora sabe dividir en dos partes no diferenciadas la novela. En una parte tenemos a Amelia y su don para ver a espíritus y en la otra a ella metida de lleno en una investigación por el azar o por el destino.

Nuestra protagonista tiene el don de ver fantasmas desde pequeña, don que hereda de su padre (que vamos hasta el segundo libro no entiendes nada, calma no haré spoiler). En el momento que este se da cuenta que su hija también los ve establece una serie de normas con ella, para que pueda vivir sin ser atormentada, ya que en este caso la autora nos pinta a los fantasmas como una serie de parásitos de los humanos que se alimentan de su energía por egoísmo. En el momento que Amelia se hace mayor decide seguir en el mundo en el que se ha criado y se siente protegida, su padre era encargado de algunos cementerios y ella decide ser Restauradora de cementerios con valor histórico y artístico. Para ella los campos santos son parte de su infancia, siempre jugó y le gustó estar en ellos, pero ahora es algo más. En ellos siempre y cuando haya luz solar está protegida de todos aquellos entes que necesitan la energía de los vivos. 

Siempre había seguidos las normas de su padre sin problema, no estar lejos de los campos santos o sitios sagrados, no acercarse a aquellos que son acechados por los espíritus y sobre todas las cosas que los espíritus no sepan que ella los puede ver. Nunca le había costado ninguna de estas normas, ya que se había acostumbrado a evitarlos y que cuando ellos se acercaban o la tocaban se mostraba indiferente, pero llega un día en el que todo cambia.

Conoce a un investigador de policía que es acechado por dos espíritus que la necesita para investigar una serie de crímenes que tienen que ver con el pasado de este y con el campo santo en el que Amelia trabaja. Es en este punto en el que ella se salta las normas y sufre las consecuencias de salir de su zona de confort.

A pesar de estas premisas no es un libro que en sí de miedo, no se ven los espíritus agresivos que encontramos en otros libros, y gracias a la investigación de los asesinatos en serie te enganchas mucho a la novela. Amelia es un protagonista que no terminó de gustarme, ya que hay algunas cosas que no terminan de cuadrar, y es algo generalizado en todos los lectores. Devlin me gustó como protagonista masculino, pero quizá habría agradecido un poco de su punto de vista en la novela.

Pero en sí lo que más me gustó a parte de la trama, es la forma de escribir de la autora, ya que no esperas lo que sucede, y te hace sentirte en la piel las emociones a la protagonista, recomiendo mucho esta trilogía (ya leí el segundo y tendréis una mini reseña en breves).

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