R#142: Las chicas de Canterbury | Kim Wright

- Las chicas de Canterbury.
- Kim Wright.
- Editorial Umbriel.
- 252 páginas.
- 16€

Tres días después del funeral de su madre, recibe la urna con las cenizas y una nota adjunta recordándole una promesa que tenía medio olvidada: Conforme a nuestro acuerdo, ahora debes llevarme a Canterbury. 

En un principio desecha la idea. Al fin y al cabo, era solo una de las ideas excéntricas de su madre… Pero tras recibir una segunda carta de su novio, en la que la abandona por otra, toma la decisión definitiva: se marcha a Canterbury. 

De mala gana, se une a ocho desconocidas en un viaje de casi cien kilómetros entre Londres y el santuario de Thomas Becket en la catedral de Canterbury, conocido por sus milagros. 

Che, que es una adicta al trabajo, se verá obligada a aflojar el ritmo, a dejarse llevar y a tomar conciencia del mundo que la rodea. Las peregrinas van narrando historias por el camino a la manera de Chaucer, rivalizando por ver quién consigue plasmar con más acierto la verdadera esencia del amor. A medida que estrecha lazos con sus compañeras (y, lo que es más importante, consigo misma), Che irá descubriendo las difíciles y sorprendentes enseñanzas que nos depara el camino acerca de la vida y la muerte, el amor, el desamor y las virtudes de la imperfección. 

Gracias a la Editorial por el ejemplar.

¡Hola a todos! Hoy vengo con la reseña de un libro que me ha encantado y que a pesar de que algunas partes han sido muy lentas he disfrutado muchísimo. Y a demás tengo que pedir disculpas ya que en el vídeo digo que creo que está ambientado en época victoriana, y tal y cuál, porque yo lo valgo y me da la gana.

En cuanto a mí, me llamo Che.

Justo en ese momento me dije a mi misma, la has cagao pero bien bonita. Pero una vez pedido perdón prosigamos, que mirar hacía atrás provoca que te pierdas las cosas que pueden cambiar tu vida. 

Como protagonista tenemos a Che, una mujer de 48 años que trabaja como catadora de vinos, una vida estable y muy planificada. Por lo que no esperas que Diana, su madre, sea todo lo contrario, una mujer extrovertida, con un pasado hippie y muy liberal, se puede imaginar por el nombre de su hija. Después de una vida alocada a Diana le diagnostican una enfermedad que está acabando con su vida, en esa etapa se convierte en creyente y es justo en la misma en la que sueña con ir a Canterbury, pero la situación no lo permite. Cuando muere le entregan a Che la urna de las cenizas junto con una nota:

Si estás leyendo esto, es que por fin me he muerto de verdad. Conforme a nuestro acuerdo, ahora debes llevarme a Canterbury. Hazlo, Che. Llévame allí. Aunque estés muy liada. Sobre todo si estás muy liada. Nunca es demasiado tarde para curarse.

Esta nota me emocionó más de lo que cabía esperar, ya que no es una despedida con un te quiero, ni nada de eso, si no que es una invitación a un viaje juntas aunque ella ya no esté. Y sobretodo por que en la nota ya no mira solo por ella.

Pero esta no será la única nota que hará tambalear su vida, su novio Ned corta la relación a través de una carta ¿Una carta? ¿Puede haber algo más triste? Pues es ese justo el punto de no retorno, decide hacer el viaje. Al principio quiere hacer la peregrinación sola con una guía pero por una serie de casualidades termina uniéndose a un grupo variopinto de peregrinas, pero que al final a pesar de las diferencias entre ellas terminan haciendo buenas migas. Durante el  camino deciden contar cada una su historia o una historia, emulando Los cuentos de Canterbury.

Entre ellas tenemos a Claire y Silvia dos amigas, y las mayores del grupo, ambas divorciadas varias veces, pero cada una con una historia distinta. Jean y su hija Becca las cuales guardan mucho en su interior y que desde el principio se ve que no tienen muy buena relación. Las demás van por separado, Steffi una mujer obsesionada con la comida sana, Angelique una drama queen y Valerie la peregrina más distante pero que en realidad es la que más me ha gustado de todas. Y aunque no conforme parte del grupo de peregrinas también tenemos a Tess la universitaria que les hace de guía e intentará crear un buen clima entre ellas.

Con Che recorreremos el camino de Londres a Canterbury junto con el grupo de peregrinas, y veremos como es posible curarse aunque creamos que es tarde, pero nunca es tarde si la dicha es buena.

Mi madre me enseñó que nunca es demasiado tarde.

La novela está narrada en primera persona por Che, así que de su mano conocemos toda la historia excepto las historias que son narradas por cada peregrina, que además antes de cada historia se separa con una tipografía preciosa.

A pesar que el principio es un poco lento, me encantó, me enganchó en el momento que nos presenta la situación en Canterbury, y lo que más me gustó fue ver la evolución de todas ellas, sobretodo de Che. Y aún no he dicho nada de su portada preciosa como ella sola, si es que solo con la portada ya te dice léeme y encima lo que hay en su interior es todavía más bonito. En el final, los últimos capítulos son los más bonitos y con lo blanda que soy estuvo a punto de caérseme la lagrimilla, no de pena si no de emoción. Totalmente recomendada.

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